lunes, 3 de diciembre de 2007

Sindical

Para fortalecer el derecho de todos los trabajadores

LA CONFERENCIA NACIONAL DE LOS TRABAJADORES DESPLIEGA CAMPAÑA DE SINDICALIZACIÓN

Desde el año 2006 que en Chile se ve un aumento progresivo de movilizaciones sociales. Estas se están gestando como respuesta a la insatisfacción de las personas respecto de sus distintas necesidades. Ejemplos de dichas manifestaciones han sido las protestas realizadas por los deudores habitacionales, los pobladores sin techo, los estudiantes secundarios, el sector público (que nuevamente se está movilizando), los cupríferos y forestales subcontratados, y otros sectores de la clase trabajadora.

El número de trabajadores sindicalizados, en comparación con los no sindicalizados, es increíblemente (640.000 de un total de 5.530.230 trabajadores el año 2003). Sin embargo, existe una gran cantidad de sindicatos pequeños que, debido a la subcontratación, muchas veces no tienen la posibilidad de organizarse a mayor escala. Así nos encontramos con la presencia de pequeños sindicatos que, en lo concreto, no tiene la menor posibilidad de defender sus intereses.

Es dentro de este contexto que la Conferencia Nacional de Trabajadores (CNT) realiza actualmente una campaña a favor de la sindicalización de los trabajadores, en conjunto con la Federación de Trabajadores de la Construcción y la Madera (FETRACOMA), que había generado esta instancia desde antes. El enfoque de la campaña no se dirige solamente a los trabajadores de la construcción, sino también a las empresas industriales del sector norte de la capital, en especial del sector de Quilicura.

En concordancia con esta campaña los trabajadores, estudiantes y dirigentes sindicales agrupados en la CNT han decidido apoyar la lucha de diferentes sindicatos santiaguinos que se hallan en proceso de negociación colectiva o en directo enfrentamiento huelguístico con su patronal.

La CNT se hizo presente tanto en la huelga de la Metalmecánica Gori como en la de la empresa Jeld Wen (la primera a mediados de Septiembre, la segunda la primera quincena de octubre). Respecto de estos conflictos, los resultados de ambos fueron divergentes, pero fue posible obtener importantes lecciones para el futuro desarrollo de las actividades. La idea base de la CNT es articular un espacio de trabajo en donde confluyan trabajadores de base, dirigentes sindicales y estudiantes universitarios, para levantar un discurso y una práctica clasista y combativa.

Esta instancia nació debido a las inquietudes de varios sindicalistas que se dieron cuenta de lo peligroso que es para los intereses de los trabajadores el que no existan sindicatos en la mayoría de los lugares de trabajo. Lo mismo el que muchos dirigentes no tengan experiencia ni conocimientos mínimos como para defender a los sindicalizados ante la autoridades empresariales.

La gran pregunta que nace durante el lento y paulatino proceso de insertarse en la realidad de los sindicatos de trabajadores es si en la práctica el sindicalizarse es un derecho respetado en el Chile de hoy. Porque, siguiendo la actual legislación laboral, esta condición no es causal de despido. Además, desde el gobierno (Ministerio del Trabajo) se fomenta la sindicalización.

Tres situaciones donde estuvo involucrada la CNT demuestran que el discurso gubernamental se resquebraja y todo parece indicar que el derecho a la sindicalización no se respeta. El primer hecho fue la huelga y posterior toma que realizó el sindicato de la empresa Metalmecánica Gori, ubicada en Patricia Vinuela 234- km16 1/2 - lampa- Santiago, debido a que la patronal se negaba a ceder a las peticiones de reajuste salarial, bonificación y aguinaldo.

Durante esa movilización, la Policía se hizo presente en todo momento, provocado a los trabajadores y presionándolos en defensa de los intereses de la empresa, mientras que la Dirección del Trabajo jamás manifestó apoyo al sindicato en su huelga legal.

Finalmente la paralización se bajó luego de una toma de las instalaciones de la empresa por parte de los trabajadores y el posterior desalojo a cargo de Carabineros. Esto provocó una nueva negociación y la aceptación de algunas ofertas realizadas por los patrones. El sindicato salió agotado pero firme, a pesar de las constantes amenazas.

El caso siguiente es diferente, pues el enfrentamiento fue mucho más fuerte en el transcurso de esta huelga. En la empresa Jeld Wen el sindicato, compuesto por 86 trabajadores, reunía a cerca del 50% de los trabajadores de la empresa, quienes luchaban por un reajuste salarial según el IPC.

Durante las tres semanas que duró la huelga Carabineros actuó de manera brutal en contra de los trabajadores y trabajadoras, quienes se concentraban en las afueras de la empresa con lienzos y pancartas. La fuerza policial en varias oportunidades cargó en contra de las personas que se agrupaban en la entrada principal, de este modo, en una oportunidad una dirigenta sindical resultó con la mandíbula fracturada.

Tanto la Gobernación como la Dirección del Trabajo se hicieron presentes en el conflicto en más de una oportunidad, alarmados por el nivel de violencia que alcanzaba la huelga por momentos. Hubo días en que se cortó la entrada al complejo industrial, que alberga a 11 empresas más, con neumáticos en llamas. No obstante, la represión policial se mantuvo durante toda la paralización.

Las personas pertenecientes a la CNT, dirigentes sindicales y estudiantes, fueron hostigados por Carabineros en numerosas oportunidades e incluso fueron detenidos algunos bajo la acusación de “agitadores”. Finalmente dos dirigentes sindicales pactaron verbalmente con la empresa un pre-acuerdo para bajar la movilización, pero fueron engañados burdamente. La dirigencia estadounidense de Jeld Wen presentó un documento en el que no cedía en ningún punto. Esto fue aceptado por ambos dirigentes sin consultarlo a la asamblea, por lo que el sindicato se dividió.

El último hecho fue la represión a un mitin realizado por la CNT el día 6 de noviembre en las afueras de la estación Mapocho.

Ese día, cuando una treintena de personas miembros de la Conferencia repartían una declaración sobre distintos hechos coyunturales (la muerte de 12 menores en Puerto Montt en un recinto dependiente del SENAME, la libertad de los Presos Políticos Mapuche y el apoyo a la sindicalización), fueron reprimidos brutalmente en un despliegue desmesurado de Carabineros. 3 patrullas, un retén móvil, un carro lanza aguas, 2 carros lanza gases, un bus de FF.EE., 10 efectivos motorizados y cerca de una veintena a pie.

Luego de una corta refriega, en la que el pequeño grupo de manifestantes fue disuelto y dispersado por la gran cantidad de policías, 9 personas fueron detenidas y llevadas a la 1era Comisaría de Santiago. Uno fue imputado por agresión a carabineros.

Los movimientos huelguísticos menores sólo consiguen apoyo de la CNT, pues la CUT sólo ha aparecido cuando las movilizaciones ya tienen un piso poderoso, como fue el caso del paro de los empleados fiscales.

El sindicalismo en Chile se encuentra severamente restringido. Las empresas incurren a diario en prácticas anti-sindicales. Pero lo que parece más terrible es que no son solamente los empresarios quienes atacan al sindicalismo, sino que el gobierno también, mediante Carabineros, sosteniendo así un flagrante doble discurso.

Irrisoriamente, los partidos y organizaciones de izquierda como el PC y la CUT han incurrido en prácticas de este tipo. Ejemplos de ello han sido las huelgas de los trabajadores del periódico “El Siglo”, de los de la Universidad ARCIS, y del sindicato de trabajadores de la sede de la CUT.

Como primer paso para vencer los obstáculos actuales que tiene el sindicalismo, la CNT se plantea, según dice su Declaración de Principios, como parte de un “proceso que impulsa la información, el debate y la movilización de los trabajadores en torno a los problemas mas graves y urgentes que afectan al conjunto de nuestra clase”. Además de impulsar la solidaridad de los trabajadores en sus diferentes luchas.

De esta forma, plantean, que se logrará ir superando el estado calamitoso en el que se encuentra el sindicalismo, manejado por partidos políticos y ahogado por el gobierno, que juega a dos bandas, apoyando al sindicalismo desde el Ministerio del Trabajo y reprimiendo desde el del Interior.

(Texto y fotos: Felipe Ramírez)

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